Acrobacias con olor a gasolina
Las fotos de móvil más solicitadas en el recreo de hoy serán las de las apuradas de frenada y los giros de los pilotos de la exhibición del Ifevi.
Centenares de personas acudieron ayer al Ifevi para disfrutar con la tercera exhibición organizada en Vigo por Espectáculos Pereira. Muchos críos, moteros y familias con bebés rodeaban el circuito instalado en el exterior del recinto ferial.
El santiagués Álex Insua, de sólo veinte años, abrió el espectáculo a lomos de una Suzuki 600 que ayer estrenaba. «Está enteiriña de todo», confesaba al presentador antes de probarla. Y lo raro es que siguiese así después de pasearse de pie y de espaldas sobre ella o de realizar giros sin poner las manos sobre el manillar.
A pesar de sus esfuerzos, el público se mostraba bastante frío hasta que el portugués Paulo Martinho, «un pequeño pero gran piloto», según el organizador, despertó los aplausos y gritos de los espectadores al frenar sobre las ruedas delanteras de su smart.
Poco supersticioso a juzgar por el color amarillo del vehículo y de su mono, el luso quemó los frenos con sus trompos. Cuanto más humo y olor a quemado provocaba, mayores eran las sonrisas y jaleos de los asistentes. En un alarde de control sobre el coche, que más bien parecía su mascota, Martinho lo abandonó varias veces en marcha y llegó a subirse al techo mientras derrapaba.
El siguiente en debutar sobre la pista fue el conquense Emilio Zamora, piloto oficial de Ducati. Junto a él también actúo Óscar Castellanos y ambos ofrecieron un espectáculo de dos motos y un quad.
Mientras tanto , dos policías locales vigilaban la prueba y recordaban con su presencia que en el mundo real no hay lugar para «Martinhos».
Fuente: Faro de Vigo